viernes, 7 de mayo de 2010

Pensando

Si un día llegáramos a tener la certeza de que nunca vamos a ser felices, no merecería la pena seguir viviendo. Por suerte o por desgracia, no lo tengo claro, es imposible saberlo. Por tanto, la principal razón que nos mueve a estar vivos es esa frágil incertidumbre que se suele llamar esperanza.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Educación

Después de una considerablemente dura jornada laboral, y más quemá que el palo de un churrero, me dispongo a abandonar mi lugar de trabajo. Llego a los ascensores, y entro derrapando en uno que estaba abierto. Dentro, una pija con cara de vinagre cargada de bolsas y con dos portatrajes colgados del brazo. "Hola", digo. No hay respuesta. La puerta del ascensor se abre en el nivel -2, pulso el botón que mantiene las puertas abiertas mientras la pija sale. Silencio. Me adelanto, abro la primera de las puertas que nos separan del aparcamiento, y la sujeto mientras la dejo pasar: con lo cargada que va lo hubiera tenido difícil para abrir. Ni un mísero "gracias". Lo que me faltaba. Me hierve la sangre. Me vuelvo a adelantar hasta la segunda puerta, la abro... paso y dejo que se cierre detrás de mí.

martes, 19 de enero de 2010

La banda sonora de mi vida III

Retomo este personalísimo manojo de canciones que han hecho mi vida un poco más feliz o un poco más triste... en el mejor sentido de la palabra. Y lo hago con un tema de un grupo que, si bien me gusta bastante, no está entre mis favoritos de-toda-la-vida: Radiohead.

Si esta serie de posts fuera coherente, esta canción no aparecería aquí, sino muchas entradas más tarde, porque hay otras muchas joyas musicales que en mi imaginario particular van antes. Pero como el imaginario es mío y el blog también, pues coloco las canciones según me sale del estómago, y ésta me lo acaba de anudar de nuevo cuando la he oído. Disfrutadla, o no.


lunes, 18 de enero de 2010

Vídeo-copas

En Una copa con puede que no actualicemos a menudo, pero la cabeza no deja de bullirnos con ideas. La última genialidad, las videoentrevistas. Ya hemos colgado la primera, en que nuestra audaz reportera Myriam tira de la lengua a Melocos. Echad un ojo, merece la pena.

miércoles, 6 de enero de 2010

De cachorros y sabuesos

Camino por el Carrefour, ultimando las compras para la cena de Reyes, y veo uno de esos paneles publicitarios que tienen varios anuncios que van rotando. Me quedo mirando, no puedo evitarlo, es el colmo de la ternura: un cachorrito (así era Hunky hace un año, pienso) se revuelca juguetón sobre un montón de pétalos de flor. "Feliz Suavidad", reza el eslogan del anuncio, obviamente de Scottex, y es empalagoso hasta decir basta, pero a mí me saca una sonrisilla y me pone un poco más alegre.
Aún embobada por el perrillo, el anuncio comienza a moverse y pasa al siguiente. El lugar del cachorro y los pétalos lo ocupan ahora Robert Downey Jr y Jude Law, recordándome que queda poco para el estreno de Sherlock Holmes. ¡Jesús, qué cambio! En apenas unos segundos paso de la ternura a la lascivia, del cariño al deseo, de niña a mujer, que decía Julio Iglesias. Qué cosas tiene la publicidad, pienso, y sigo caminando, empujando el carrito, sonriendo no sé bien por qué.

El anuncio del perrito no lo he encontrado, pero no me resisto a no poner la carátula de la peli de los maromos. ¡Ay, madre!


PD. Feliz año nuevo a todos.
PD2. Si alguien ha encontrado un espíritu navideño por ahí, por favor que me lo mande. El mío no sé dónde lo metí el año pasado, pero este año no ha habido manera de encontrarlo. Gracias.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Crónica

Ha costado, pero al fin está: ya podéis echarle un ojo a la croniquita que escribí sobre el primer concierto de la gira Vinagre y Rosas, de Sabina. No está todo lo que fue, pero sí fue todo lo que está. Como siempre, en Una copa con.

lunes, 9 de noviembre de 2009

La banda sonora de mi vida II

Como ya ha venido anunciando mi estado en el féisbuc, la siguiente entrega de esta mi personal selección de temazos es de otro de los grandes: George Michael. Es, posiblemente, el primer artista al que admiré en serio, cuando allá por mi preadolescencia, empezaba a pensar que mi afición por la música nunca sería tan fuerte como la que tenía (y tengo) por el cine. Esta canción venía como cara B (qué tiempos aquellos) del single "Don't let the sun go down on me", con Elton John, que me compré ¡en cinta! en un mercadillo. Y si quizá no es la mejor del entonces efebo griego, sigue siendo la que más me emociona. Disfrutadla.