miércoles, 28 de mayo de 2008

Asaltando bibliotecas

Este lunes venía cargado de novedades, pero llevo dos días demasiado densos como para robarles un minuto y escribir aquí. Y claro, Yelacis y sus martes sin tensión se me ha adelantado comentando la sincolumna de esta semana.

Comentario curioso: uno empieza yendo a la biblioteca porque el sueldo no da y resulta que los múltiples placeres que se obtienen a cambio superan con creces la cuestión de la pela.

A mí me gusta sobre todo la cuestión del descubrimiento, de la aventura. No sé cuántos libros tengo en casa, muchos, varios centenares, pero si cuento los autores o temas no me salen tantos. Compro sobre seguro, no es cuestión de tirar el dinero. Y luego disfruto enormemente de la excitación de entrar en una biblioteca, el corazón se acelera ante la perspectiva de descubrir algo nuevo, se van los ojos hacia las estanterías, con un puntito de nervios, y cual Terminator se va focalizando el objetivo, reduciendo el campo de búsqueda hasta que, voilà, ahí estás, te leeré, te vienes conmigo a casa. Uf, qué subidón.

3 comentarios:

Yelacis dijo...

Completamente de acuerdo. ¡Anda que no he cogido libros por el color del lomo!

Rous dijo...

¿Para que te hicieran juego con las cortinas? Jejejeje.

Yelacis dijo...

Para eso debería tener cortinas (jeje), cuestión de prioridades.